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Quién soy?

Un apasionado a la expresión artística, a contar con palabras, gestos, sonrisas ó miradas, las sensaciones que percibo en el día a día, o lo que me producen las personas que me rodean, amo la lectura, pero sobre todo escribir, esa es mi verdadera vocación.



lunes, 27 de diciembre de 2010

Bajo la piedra


En una noche como hoy, aquel hombre que duerme poco y piensa mucho, decidió esconderse bajo una piedra, para desde allí ver todo lo que su mente caprichosamente, a veces le esconde. Sólo llevaba unos minutos y lo primero que vio fue que estar solo, no es lo mismo que estar en soledad, quizás en un principio no lo entendió, luego descubrió que tenía una imagen de un mujer llorando, sus lágrimas eran de color gris, era el gris de la tristeza al ver unos ojos que no la consolaba, los mismos ojos que amó con todas sus fuerzas, pero parecía que no era suficiente, ¿qué raro?, se preguntaba aquel hombre, ¿cómo es posible esto?, así que decidió mirar a ese hombre y al observar sus ojos, entendió menos, la dulzura y la ternura que vio en él, hacía que brillaran tanto los ojos, que era difícil poder saber su color; allí sentado se quedó un buen rato, tratando de encontrar la explicación inexplicable de su comportamiento, sus manos temblaban de deseo por acariciar a aquella mujer, pero no lo hacía, ¿qué sucede?, ¿por qué su cuerpo es dominado por algo que no siente?. Luego escucho una frase "yo te doy todo lo que necesitas, aún cuando no lo necesitas", esa palabras torturaban la mente de aquel hombre de ojos brillantes, tanto como el del hombre que estaba invadiendo ese momento, en ese preciso instante su cuerpo se desquebrajó, sin embargo no tuvo fuerzas para abrazar a aquella mujer de lágrimas grises y los minutos se estaban perdiendo innecesariamente, ¡no quiero ver más!, exclamó aquel invasor y salió de un salto de su escondite temporal, pero al salir se dio cuenta, que el hombre que acaba de ver, era él mismo y que los minutos vividos en ese hermoso momento, hermosos por no haber hecho lo que el brillo de sus ojos le dictaban, no sólo los había perdido, sino que también los había invertido mal; después, recordó lo que un buen amigo le había dicho: "ES MEJOR SENTIRSE ENAMORADO, QUE ENAMORARSE".

sábado, 18 de diciembre de 2010

Sin pasado no habría presente

A veces, sólo a veces me quedo concentrado mirando un punto en el horizonte, dándole vueltas a mi mente, escuchando lo que no se puede decir, pero que siempre está presente, recordando lo que siempre he querido y que nunca podré olvidar, aunque nunca no exista. A veces, sólo a veces, extraño lo extrañable, lo que me recuerda que existes, que aunque seas una fantasía eres real, sólo que no puedes vivir en mi mundo. Recuerdo las sonrisas que nadie puede escuchar, las que solo yo podía producir, veo la madera que nos recubría la piel, mientras dejamos agotar un papel que se consume por el candente fuego, recuerdo como la coqueta luna, llegaba con su luz lechoza a demostrarnos lo que estábamos construyendo, veo los puntos cardinales de tu rostro como le sonríen a mis ojos, puedo el oler el sudor que tanspiraba mi cuerpo en esos días, me quedo quieto unos minutos, para esperar como cierras tus ojos para dormir, mientras yo te cuento lo que por ti siento, siempre disfruté hacerlo, creo que si te hubiera contado todo lo que te decía mientras dormías, hoy no tendría que recordarlo....... Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah ya no puedo. No continuará.

martes, 7 de diciembre de 2010

LA PIEL QUE PIENSA

En el camino de cada día, se da cuenta que encuentra señales en el aire, señales que no entiende, porque no las analiza, quizás por no querer ver lo que está pasando. Sin embargo en los sueños, se le es mostrado lo que en la calle no quiere mirar, es allí donde cada célula es alimentada para el momento de ser despertada, y comenzar a enviarle información, ese es el error, ya que toda esa información no puede procesarla, pues su cerebro está en un estado lento por tanta saturación de imagénes, eso acompañado de la cantidad de sensaciones que se agudizan cada vez más, paralizan a este hombre, al que se le ha sido confiado una vida entera, una vida muy larga, es por eso que las preguntas son infinitas y las respuestas se quedan cortas, no entiende en que momento pasó todo eso, no sabe si algún día acabará, lo único que ve, son animales voladores queriendo aterrizar en su cuerpo, lágrimas que como arena se han quedado atascadas y ojos mirando de un lado a otro, pero no encuentra esos ojos que ha estado buscando desde hace un buen rato, quizás se han cerrado para siempre, o simplemente cumplió con su promesa y ahora vive en el fondo del mar.