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Quién soy?

Un apasionado a la expresión artística, a contar con palabras, gestos, sonrisas ó miradas, las sensaciones que percibo en el día a día, o lo que me producen las personas que me rodean, amo la lectura, pero sobre todo escribir, esa es mi verdadera vocación.



jueves, 26 de agosto de 2010


Hoy salió a caminar, mientras el mundo cierra los ojos, escuchando el silencio de unos labios que ya no quieren hablar, callados por el frío que emana un cuerpo caliente, que se encendió al mirar que no había nada, inundado de locura, la locura más cuerda que un demente puede dar. Sus ojos apagados por la luz incandescente, reducen la pupila hasta llegar a un punto, el mismo punto que altera el corazón, hasta dejarlo inmóvil, por culpa de un piñón que ya desgastado, no mueve la cadena, que por tanto barro se pegó, desmayando el alma, la que quizás no se puede rehabilitar, cual alcohólico dueño de una licorera, que ya sin vender, bebe a cantaros, hasta vaciar una a una todas las botellas de su bodega; entonces, como si fuera poco llegan demonios, que no compartió con nadie y de los cuales es dueño, llegan a rayar la piel, con sus uñas manchadas de tierra azul, que escarbaron piedras, mezclando sangre, piel y arena, con la rabia que sólo un animal, es capaz de padecer, ¿pero qué vienen a hacer ahora?, acaso no es suficiente ver como se desvanece el cuerpo, tras las rejillas de una alcantarilla, que alguien dejó abierta, como si supiera que por allí iba a pasar. Ahora untado de basura, agua de río y desechos, trata por no ahogarse, viendo como se hunde cada vez más, sin encontrar un fondo donde apoyarse, ó simplemente donde dormir, para alcanzar quizás, ese sueño al que todo ser vivo debe llegar; es ahí cuando se da cuenta, que no puede forzar la luz de sus ojos, que no sólo con cerrarlos le dará la paz, que busca en medio de la guerra, que su cuerpo está viviendo, la misma que sin razón alguna, está acabando con cada una de esas gotas de vida, que hacen posible mantenerlo en pie.

Padeciendo la vida de un muerto, que vive dentro de sí.

jueves, 19 de agosto de 2010

No se hoy que quiero escribir, sólo me dedico a sentirte, a escuchar tu piel que no me quiere hablar, veo como las vasijas que a mi alrededor se desocupan y se llenan con veneno, veneno que hasta mi hígado estoy llevando, miro hacia atrás y veo días que no te encuentro, días esperando un signo de vida, pero se que no llegará, veo palabras que hablan otros y me doy cuenta que están dichas, pero las dicen para otro, para ti las palabras, son el absurdo, ya que nunca vas a creer nada y es que nada es todo, pero todo es nada para vos.
Sigo aquí como la última vez, como la primera y como la última que no va a pasar, que desgracia, desgracia porque no podrás leer jamás, las pupilas de mis ojos, los que injustamente admiras, porque no traspasas las ventanas empañadas por un día sin lluvia, por falta de calor, el mismo calor del sol oculto, entre las altas montañas, de un paraíso escrito escrito por los antiguos pobladores, construido por nuestros antepasados y vivido en el presente.
Aquí estoy esperando lo inesperado, padeciendo el presente y anhelando el futuro, futuro soñado contigo, imaginandome en tu vida, pero soportando la malicia de cada día y es quizás, esa malicia, la que mantiene vivo, pero vivo tratando que esa malicia se convierta, en ese amor que se que tienes y que yo amo.

miércoles, 11 de agosto de 2010




La mente es quizás la parte del ser humano más fuerte, pero también es la más peligrosa, en ella se puede encontrar toda una vida de alegrías, ó quince días de torturas, porque no mide que puede mostrar, ni que debe proteger, por ello es la primera en acusar al ser, al alma, al cuerpo y como si fuera poco, transporta fuego que no avisa y se prende con la más leve chispa, calienta de tal manera, que desgasta desde el más insignificante detalle, hasta el más grande tesoro, que se guarda y se cuida con tanto recelo, convirtiéndose en el más intocable de los recuerdos, sólo que hoy, ha sido devorado por la víboras, que alimentaron terceros y que ahora se muestran, como anacondas feroces, dispuestas a matar y consumir hasta el más mínimo de los nervios, alojados en el cerebro, sin importar que desequilibran, el caminar de un hombre cansado de correr, gracias al afán de una maquina, que se acerca a la altura de los tobillos, prometiendo desastillar el hueso a sangre fría, sin ofrecer oportunidad de defensa alguna, está programada para producir dolor y no va a parar hasta lograr su cometido, escapar es imposible, quiere atrapar, se acelera el fin, en un segundo pasan bolas de fuego, cargadas de rocas, cual meteoritos cayendo del espacio, no se puede esquivarlos, su misión es acabar con el fin y el fin fue exterminado, como quien aplasta una hormiga.

lunes, 9 de agosto de 2010

Viajando por las oscuras calles de la vida, mirando como las estrellas ya no quieren voltear su mirada a este corazón, que se despedaza con el pasar de los segundos, se encuentra sintiendo el frío, ese frío amargo que no es capaz de soportar la garganta, que trago a trago, va quemando la esperanza que quizás algún día, pudo tener y que hoy sólo es una ilusión vaga, cual fantasía que como niño se suele tener.
Hoy la misma noche, castiga con gotas de lluvia, marcadas con el dolor de un alma desarmada, por la abundancia de dolor, que se suma tras el espejo de un cuerpo, que respira sin querer hacerlo, este ser, que en algún momento tuvo una sonrisa sincera y que hoy toma su mas asquerosa mascara, para esconder la tristeza y que está a punto de perder la locura, para convertirse en un celda que construyó sin querer, que ha sido cerrada con candados custodiados por leones, leones hambrientos, esperando tan solo ver asomar un dedo, para atacar con furia y acabar con cualquier indicio de vida, que sólo por existir tendría en la mano. No se necesita cerrar los ojos y tener dolientes llorando, para estar muerto.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Orgasmo Mental

Cuando la oscuridad llega a mis ojos todas las noches, camino sobre tu piel, buscando quizás las huellas dejadas sobre ti; me encanta recorrer con mi mente los extensos caminos adheridos a ti, perderme en tus pómulos oliendo la textura suave de cada milímetro, ahogar mi respiración en tu pecho y mover suavemente mi rostro en él, nadar en tu abdomen y desde allí, imaginar la sensibilidad de la pasión de tu ser, coquetearle a tus piernas con la punta de los dedos, dedos deseosos de sentirte una y mil veces más, reconocer con mi saliva el sabor delicado e impaciente de todo tu cuerpo, mientras disfruto del sonido de tu respiración, la manera perfecta para hablar sin pronunciar palabra, luego, imaginar tomando conmigo, cada pequeña sensación explorada por ti mientras cierras y abres los ojos quizás, involuntariamente, sólo dejandote provocar, sintiendo cada detalle encontrado en ti, dejando descubrir esa parte oculta. Es en las noches, cuando invento la manera de acariciarte sin tenerte cerca, apoyado en el deseo de llegar hasta donde estés, besarte hasta secar mis labios y luego, humedecerlos con el placer emitido por tu cuerpo, cada noche, justo antes de imaginar tus ojos cerrar para pretender dormir, está mi cuerpo presto para ingresar al tuyo, poseer tu calor y quemar mis vertebras con él, jugar en las noches frías de constantes lluvias, modificando ese pequeño espacio, con el calor natural de nuestros cuerpos y dejando en el ambiente el olor a vida, naciendo con ese olor cada vez al mezclar los fluidos, explotando en el último suspiro, antes de creer morir.