Desperté más temprano de lo normal, debe ser porque no cerré los ojos, una vez más salgo a caminar, para tranquilizar mi mente cansada de pensar. La primera persona que veo es un hombre, de unos 40 años, al parecer se dirige hacia su trabajo, se ve un poco aburrido, quizás cree tener más problemas que cualquier otra persona, sigo caminando y me encuentro con una señora que lleva su pequeña al colegio, la miré fijamente e imaginé que pensaba en que preparar de almuerzo, es tan normal, que la preocupación por estos días es tratar de comer bien, con lo poco que se tenga en la nevera, mis pasos en ese momento se aceleran, para llegar ahh, aún no se a donde llegar. Cada paso que doy, voy tratando de oler todo lo que pueda, de observar mucho y tratar de saber que piensan las personas, que me voy encontrando a mi paso; veo un perro que se acerca a mi, pienso en acariciarlo, pero recuerdo que aún me duelen las heridas del último, así que lo saludo como a cualquier otro y lo dejo pasar sin más. Sigo caminando y encuentro un grupo grande de personas, que se prepara para vender productos, que quizás no sirvan para nada, pero que la publicidad a hecho de estos, los mejores en el mercado, así que miro a los ojos a la persona que se me acerca y así evitar que me cuente, la historia maravillosa de lo que vende y como se supone que va a cambiar mi vida. En el camino me encuentro con dos policías, que indudablemente están cumpliendo con su deber, observan cuidadosos a dos mujeres que pasa por su lado, no puedo evitar sonreír al verlos trabajar. Cruzo la avenida, ¿cuál?, esa avenida que cruzo, cuando digo que no quiero encontrarme con alguien, pero que en el fondo, la quiero ver, en ese instante, empiezo a ver las verdes hojas, de un árbol maltratado por el humo, que brota de los autos y, me pregunto: ¿qué sería de mí, si me quedo todo un día al pie de ese árbol?, increíble; Sin embargo sigo mi camino, encontrándome con una chica de audífonos, que viene sonriendo, la miro, le sonrío y de inmediato me mira, con ganas de problema, imagino que pensó que me burlaba de ella, pero en realidad, no quería compartir el motivo que la hacía sonreír, pasa mucho, somos egoístas cuando brindamos felicidad. Saco de mi bolso la botella de agua, que siempre acompaña a caminar, bebo un poco y sigo mirando para todos lados, de pronto me encuentro con un amigo, que no veía hace algunos años, hablamos un rato y después me doy cuenta, que también salió a caminar, ¡es extraño!, vamos en sentidos contrarios y la diferencia es, que el no quiere encontrarse con alguien.
A cada paso que doy, veo lo maravilloso y lo tormentoso de los demás, pero también veo, que soy uno menos entre todos ellos.

Hoy me escondo en la mente, de quien no va a reaccionar, o que quizás, esa sea su forma real de entender, lo que no es capaz de masticar, silencio, no digas nada, sólo déjeme perder lo que había logrado, lo que con varios años conquisté, pero no es suficiente perder, si ganar es la ilusión que dura lo mismo que un chicle masticado. Correr sin moverse, sólo viajar con la mente absurda, de quien se enreda con dos palabras, ayer y hoy, porque creer que resistir, significa utilizar un palo y golpear hasta creer que no va a sangrar, sin ver el orificio que se ha abierto y que se ensancha con cada palabra que de sus labios sale. Como creer que las verdades que se pronuncian, se analizan tan fácil, que se pierden en una cabeza que enseñaste a divagar, porque era algo que no sabía y que hoy nadan entre las frases que faltan y las que se dicen a medias. Ya son dos ocasiones a las que no asistes, a escuchar lo que mi ser quiere expresarte, porque no es lo mismo leer, que escuchar la melodía de lo que se escribe. Porque te pierdes de tan maravilloso momento, lo sublime de lo que puedes inspirar, no quieres recibir lo que te doy, ya que lo moldeas a tu manera y no lo estás entendiendo. Con los ojos cerrados te di mucho, pero al abrirlos me toca negarte muchas cosas.

¿Por qué sigue diciendo cosas que no quiero escribir?, ¿por qué abusas de mi mente?, este insaciable deseo de liberar ese animal, que en mi cerebro vive, es el causante de los pasos que no he dado, es el mismo que habla si saber que es lo que quiero expresar, cada vez más, se me inyecta con ese amargo dulce que no he querido comer, porque no lo tolero, pero en todo momento me obliga a consumirlo, sin darme la oportunidad de escoger, por eso hoy sin importar las situaciones que tenga que pasar, lucharé por lo que creo que debo, guiado por ese amor que ha crecido y que nadie puede debilitar, lucharé con la firmeza de mis manos y buscaré si miedo ha arriesgarme, porque llegó la hora de encontrar, sin esperar a que me encuentre, respiraré profundo para ahogar lo que no me deja respirar y demostraré porque he llegado hasta aquí, no dejaré escapar lo que se que puede maravillar del concepto de feliz, la nueva felicidad, la que es capaz de vencer los obstáculos que aparecen en el camino, la que no corre, pero que en cada paso va dejando más felicidad, no renunciaré, porque es grande lo que veo a través de mis ojos cansados, de ver maldad a mi alrededor, no dejaré de sentirte y buscaré que me sigas sintiendo. Seré desechable, pero también reutilizable, cambiaremos nuestras miradas para crear un espacio mejor y allí espero podamos vivir.

Cuando la negación llega al aura, se niega las formas de expresión, que dictan las cosas que no queremos escuchar, porque los por qué son las dos palabras que se ignoran, porque buscas encontrar una respuesta, para lo que quizás no existe, porque no somos capaces de abrir nuestra piel y decir lo que sabemos, sólo por creer que la voz no lo soporta, es ahí donde buscamos soluciones simples, para lo que ahora no puede comenzar, porque comenzar es el paso más duro, en esta carretera que se ha destapado, porque nadie va a doblegar el brazo, que pueda pavimentar este terreno insensible, terreno en el que hemos dejado cantidades grandes de lodo, que no nos permite cruzar, ahora bien, porque no encontrar lo que no buscamos, si llega hasta al marco de nuestras puertas, quizás el problema es que la llave que tenemos, no es la que abre esa puerta y nos dejamos inundar de fantasías que sólo cobran vida, en las líneas de un papel, que por falta de color no vemos, sin embargo no puedo despedirme, porque no siento que deba hacerlo y una vez más dejo mi segundero listo, para que me diga que pasará, cuando cruce el doce.

CIRCULANDO

Jugando con las ideas en mi cabeza, siempre encuentro las frases que me acercan a la felicidad sonriente de tu rostro y es que acaso soy culpable que la embriaguez de tu sentir, incendie el caluroso fuego, que por mis venas inundadas de sangre y oxigenadas por tu piel, recorren mi cuerpo haciendome vibrar y sacandome sonrisas por cada paso que doy. No es difícil mezclar los aromas y encontrar en su resultado el aroma especial, que tu nombre bañando tu cuerpo, se expresa con las palabras mudas, de un ciego que no escucha y habla a través de una harmónica, es ese mismo sonido el que me susurra al oído, que no es suficiente escribir todos los días y que pensarte es quizás lo más mínimo que puedo hacer por vos, por eso debo reinventar todos los días, cada día, hacer de una semana, la super semana, cambiarle los nombres a los días, para que cada uno sea una sonrisa hacia vos, pero que nadie se de cuenta, que nacerán para ti cada vez que el reloj marque las 12 y terminen las 24 horas en ese instante, luego, cambiar el orden de los meses y comenzar el año en abril pero desde el 20, para que se inicie con una fiesta, pero en tu honor, luego cada mes, hacer un día en que los abrazos, los besos, las caricias o cualquier muestra de afecto, sea por tu existencia, por merecerlos todos y al final de mis días, me iré tranquilo, porque hice todo para demostrarte como es el amor, de un hombre que aprendió a amar.

Sexto

¿Cuántos animales caben en un cuerpo, debilitado por el llanto atorado en los ojos, que ya no quieren llorar?, sólo por llorar con letras que muertas en un papel, nunca dejaron tocar delicadamente la cara de un hombre , arrugada por el mal tiempo que sin correr lo encontró y se aferró a él cual sanguijuela, absorbiendo cada onza de espesa sangre, por sus altos niveles de hemoglobina, que alimenta a este animal, que desea vivir pegado cual parásito, sin saber ni importarle, que por las venas no sólo recorre esa sangre, sino que también se desplazan gusanos con flechas puntudas, que al pasar se entierran y como si fuera poco, en sus pulmones siente el aleteo de un cóndor, que desde los andes ha viajado para ubicar su nido allí, tomando todo el oxigeno limpio que alcanza a ingresar, entonces se da cuenta que ha sido invadido por la furia animal, que solo buscando donde vivir, lo está matando.
Buscando la manera de librarse de tanta inocente maldad, de algunos animales, observa como su mente fue perforada por topos insaciables, que no son capaces de dejar de hacer agujeros, en cada milímetro de carne que allí se encuentra. ¿Cómo es posible que animales entren a un organismo que se encuentra aún vivo?, ¿cuántos animales caben en un cuerpo debilitado por el llanto?, ¿cuántas lágrimas más se pueden atorar en los ojos?, ¿cuántas veces hay que vaciar el alma?, no necesitamos tantas respuestas, sólo hay que olvidar la causa de las preguntas.

Quinto

Él, no sabe por qué quiere dejar al descubierto, quien se esconde detrás del dolor, por eso hoy yo, decido decir que es eso que mi mente está soportando, aprovechándome de las líneas de un papel y abusando de mi mano, para obligarme a unir las letras y así contar el dolor, la tristeza y la inmensa nostalgia que mi vida ha vivido, que no es otra cosa diferente al amor, sólo que este no es rosado como todos lo quieren ver, si no que por el contrario, es el amor que muchos no quieren vivir, pero que quizás no todos pueden soportar. A través de cada palabra he muerto, pero al final de cada hoja, he renacido, me he levantado quitándome el polvo que la misma tierra ha impregnado en mi cuerpo, pero cada vez que tomo la pluma para escribir, tengo que morir. Es mi piel la que llora sudor mezclado con sangre, soy yo el que vivo encerrado en mi propio cuerpo, que de no sentir, siente que se desvanece en el aire, como el humo de un cigarrillo, que alguien acaba de tirar al piso, estoy inundado de llanto que por causa del verano, no lo he dejado caer, pero que cual cascada artificial llega a mis pies y vuelve a subir al cerebro, mojando mis recuerdos haciéndolos llover, terminando con el color y desvaneciendo la imagen, hasta ponerla irreconocible, soy yo el que viviendo en la oscuridad, detrás del mismo sol, he tocado las frases de mis sentimientos, hasta ahogarme en el mar de mis penas, que sólo por padecerlas, las he alimentado y que hoy yacen cual gigantes deseosos de carne humana, en mí. Por eso cuando realmente muera, mis palabras quedaran en la vida de alguien, que sea capaz de vivir el amor en todos los colores.

Cuarto

Bajo la nube más fría de la noche, se encuentra una vez más la tristeza, cubierta con el manto oscuro de la soledad, los retorcijones son muy fuertes en las víceras, se puede creer que va a explotar, que va a quedar en mil pedazos regados en el universo, quizás, adheridos en las estrellas, que con su desplazamiento se alejarían unos con otros, hasta estar perdidos en las vías sin regreso, que en algún momento el destino va marcando con terquedad, envolviéndolo en un remolino de locas ideas, que conducen a la demencia de los sentidos, demostrando así, que se hará su voluntad, sin ni siquiera permitir un movimiento sutil, del más pequeño de los músculos del ser. Es allí, en ese preciso instante, que lo único claro que existe, es lo que resulta de la guerra interna, que en medio de tanta cordura, enreda la vida y la tristeza de la soledad.

Tercero

¿A caso queda algo limpio en la mente, cuando después de trasgredir las neuronas, se derrama la basura que se ha recogido con los años?.

¿A caso el corazón puede latir, cuando se ha chocado con lanzas de puntas plateadas y manchadas de sangre de otros que ya perecieron a causa de ellas?.

¿A caso el hígado puede funcionar, cuando después de saciar su sed, es embriagado de dolor y reduce su tamaño, hasta el punto de quedar inmóvil?.

¿A caso la vida misma puede vivir, si se ha tocado el fondo en el cual se encontraba la razón, que producía el oxigeno que recorría los túneles, que transportaban el aire y daba la fuerza de todos los músculos, que permitía las fiestas de colores?.

¿A caso hay razón para seguir?

Segundo

¿Cómo se arranca del alma, la ilusión de una alegría, que un día cualquiera se rompe sin razón alguna?, sin rasgar la piel, sin dañar el ser, sólo para cambiar de vida ó para seguir en el camino. Ahora, ¿cómo se resiste todo eso?, si cada gota de sangre que circula por las venas, van cargadas de espinas talladas en madera, que cortan los conductos por los cuales se transportan hasta perforarlos y dejarlos inservibles, dejando escapar el oxigeno necesario para llenar los pulmones, para poder suspirar, solo para ignorar que se está muriendo.

No es fácil vivir con las marcas que caprichosamente las situaciones de adversidad van dejando, en cada recuerdo, que por feliz que sea, muerde hasta el punto de reventar, como si no hubiesen existido ó como si no tuvieran importancia. Muchas veces, pero muchas veces, hay que comer frutos amargos, para darse cuenta que no se está muriendo, sino que por el contrario, se está empezando a vivir. ¿Cómo se puede entonces proteger de caer?, simplemente no hay manera, lo único que hay que hacer es saber como caer, para no perder la fuerza necesaria, para levantarse de nuevo.

Mi corazón es bueno, el tuyo también, pero los cuidamos de diferentes formas

Un corazón bueno se debe cuidar, cuidar con las palabras más tiernas que el vocablo así lo permita, cuidar con los pensamientos más nobles y sinceros, se debe cuidar con la piel que se entrega, se debe cuidar con verdades reales, no con mentiras a medias, un corazón bueno sólo se daña cuando su dueño lo permite.

Hoy, las palabras no buscan florecer en el lector que se emociona cuando son hacia ellos, hoy las palabras se tiñen de nostalgia, por soñar más de lo permitido, hoy el soñador decide abrir sus ojos y dejar los recuerdos, en las fantasías de los libros que puedo escribir, hoy, quiero revelar las tristezas más grandes que en mi vida he vivido, que raro, tu nombre compone los nombres de las mujeres que más he amado en mi vida, dos mujeres con las que viví momentos felices e inolvidables, pero que al final, quizás por caprichos de la vida misma terminaron mal, mal para todos, mal para mí ó mal para nadie, no lo se en realidad, ya que mi mente se bloquea cuando de analizar cosas que ya no importan, porque ya no las necesito.

Un corazón bueno se está abrazando a la vida, a vivir, a seguir viviendo y a buscar vivir de la mejor manera.
Vuelvo a poner el cronómetro en ceros, aunque a veces pienso que no lo debo dejar pasar de ahí, sin embargo deseo cuidar lo mejor de mí y esperar a ver a través de mi ventana, quien es capaz de resistir este voltaje, que traspasa el cuerpo y todas las dimensiones del ser humano, el mismo que a veces me quema el pecho.

Homenaje

Morir no es abandonar el cuerpo, es simplemente dejar de existir, es apagar la llama de una vida completa, llena de aciertos y llanto sincero de una vida plena. Morir es ver como se escapa de las manos los dedos con sus uñas y sus nudillos, cual toros que se escapan del corral que alguien por descuido olvidó cerrar. Morir es ver que nada se puede ver, es esconderse tras el sueño que por el peso de los ojos, se es obligado a cerrar y nunca poder abrirlos, jamás se puede entender porqué la muerte vive con la vida, como la luz vive en medio de la noche, que por más oscura que sea se deja ver. Morir es amar tanto la vida, que por más que se huya de ella siempre te va a alcanzar, sin importar que puedas ser tan veloz como el cordero que escapa de su depredador, no importa cuantas veces huyas, muerto siempre tendrás la oportunidad de volver a morir.

La muerte no es más que morir, para renacer en la vida, de los que lo han perdido todo.

Tomado de un libro sin titular

Llueve y, sobre la lluvia, sobre las gotas de lluvia, va cada pequeño instante, donde la sonrrojada cara disfruta de sus caricias cálidas y llenas de amor, amor que quizás no se le ha negado ni un solo minuto.
Llueve, llueve sobre los deseos de mojarme con sus delicados y suaves labios, labios que extraño cada segundo, para observarlos, para besarlos, para sentir como me desmorono en lo sublime de sus apasionados besos.
Llueve y sobre la lluvia caen los mensajes que le escribo y que aun no ha leído, pero que se que hará.
No importa que tanto llueva, siempre la lluvia traerá consigo las ideas, las palabras, las sensaciones, ya que en cada gota derramada sobre la tierra, está la imagen de tu presencia que por ocasiones se hace ausente, pero que está impregnada en las pupilas dilatadas de mis ojos, cuando tu mirada inquieta se acerca hasta mí, la lluvia se hace presente para acercar los espacios, llega con su frío lleno de calor, para abrazar los brazos, las piernas, el pecho, el rostro, el cuerpo, ó el alma que se regala a diario, que te regalo, que me regalas, que engrandece lo mágico que en medio de los dos existe.
Llueve y, sobre la lluvia, estaremos secos, ansiosos, deseosos y sumergidos en ese extraño sentimiento que cada día crece, es por eso que aunque no la veamos, siempre va a llover.

Despierta, abre tus ojos, piensa en mi, piensa tanto como para querer llamarme, toma el teléfono y marca mi número, llámame, que yo sin dudarlo te contestaré y con el amor, el gran amor que siento por ti, voy a escucharte y te hablaré, es tan sencillo hacer que esta noche no sea tan difícil, deja que mis bobadas distraigan tus molestias y solo dedicate a sentirme, que yo haré lo mismo, permitamonos seguir haciendo historia, nuestra historia, no te niegues a la felicidad que te ofrezco, deja que mi calor obligue a tu frío a abandonar tu cuerpo, no limites tus sensaciones, no le tires la puerta en la cara a vivir y sentirte viva, deja tu belleza resplandecer, solo abre tus brazos, que mi cuerpo como imán será atraído y llegará ante tu presencia.

Tomado de un libro sin titulo

Me siento en el borde de la cama, dónde todo el que pasa cree que voy a caer, ella, duerme placidamente en su gran cama, rodeada de muchas almohadas, miro al frente, veo su sonrisa y su blusa negra, ella quiere descansar de los sueños que por los últimos días ha atormentado su descanso, miro la hora en mi celular, faltan 15 minutos para las 8 de la noche, tomo un trago de agua, casi me ahogo, ella, voltea su cuerpo hacia la izquierda, yo, tiro mi lapicero bruscamente al piso y se rompe, tomo otro y sigo escribiendo, alguien en la habitación de al lado hace fuerza al ver la tv, suena una canción de Duncan Sheik en mi reproductor, tomo mi celular y leo de nuevo los mensajes que hoy le envié, reviso mi bandeja de entrada, dice que no tengo mensajes nuevos, misteriosamente suena en ese momento, número desconocido, llamada equivocada, cierro mis ojos para pensar un poco, pero no quiero leer lo que pienso, mejor los abro y sigo escribiendo. Ella en medio de su sueño, me recuerda y sonríe sutilmente por algo que yo la había dicho, suena el timbre de mi puerta, me asomo por el balcón, "me hace el favor y me regala ropa que ya no use", me dice alguien desde la calle, ahora no hay nada, respondo, hoy no es un buen día para que me pidan algo. Miro el cuadro que hay en mi pared y me pregunto: ¿por qué un interrogante llora por su único ojo?, ¿por qué arde?, ¿por qué no está su compañero acompañandolo?, luego me digo idiota, por cuestionar un cuadro. Muero por mis oídos al escuchar "esto es vida" en mi reproductor, imagino cada palabra de esa canción, me doy cuenta, que casi todo lo he hecho con ella, ella, abraza su almohada, negandose a despertar, paro un momento de escribir para poder soñar y no chocar con las frases en mi mente. Enciendo el televisor en el canal caracol, Ingrid explica que no fue su responsabilidad, su secuestro, después de 2 años de su liberación, en rcn el pequeño pirry con su pobre programa hablando de sexualidad, basura para el televidente, no puedo hacer nada para evadir mi mente, no nací para huir, por lo menos no puedo huir de mi mismo, ella, sigue luchando en su cama, es notable que no fue el mejor día para ella, miro rápidamente mi habitación, pienso, deseo y me emociona creer que ella debería estar acompañandome, con sus risas por lo que estoy a punto de decir. Vivir viviendo, escribir leyendo, soñar soñando, amar amando y con mis brazos, abrazando el cuerpo dueño de esa mirada, cuando son las 8:15 de la noche.