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Quién soy?

Un apasionado a la expresión artística, a contar con palabras, gestos, sonrisas ó miradas, las sensaciones que percibo en el día a día, o lo que me producen las personas que me rodean, amo la lectura, pero sobre todo escribir, esa es mi verdadera vocación.



lunes, 3 de mayo de 2010



EL PODER DE UN MENSAJE DE TEXTO

Él, no quería cerrar sus ojos, no quería quedar solo esa noche, sin embargo no imaginó lo que iba suceder. Ya Morfeo estaba cerca de él, se lo iba a llevar en sus brazos, pero un mensaje interrumpió ese encuentro, el mensaje era muy concreto, exacto y preciso, así que después de leerlo, se paró de inmediato de su cama, se vistió con lo primero que encontró y salió a cumplir su sueño, el que sin saber esa misma noche, iba a soñar. Llegó a un lugar que parecía no conocer, o simplemente no puso mucha atención en ese lugar, pero en cambio si observó muy bien a quien se encontraba allí, era ella, era su piel la que había enviado aquel mensaje, eran sus ojos los que estaban desnudando a aquel hombre, y es que con los cruces de miradas, encendían el calor de ese fuego, que acumulan en las palabras, cada vez que pronunciadas por sus labios, rozan sus orejas hasta llegar al oído, al estar tan cerca es inevitable no setirsen, así que él se acerca un poco a ella, y con las yemas de sus dedos acaricia las suaves lineas que dibujan su rostro, no es la primera vez que lo hace, pero esta vez sabe que será diferente, ya que podrá tener todo de ella, luego acaricia sus desnudos hombros, dejando que la piel le cuente a sus palmas de las manos, lo que siente cuando la acaricia, ya con los pulmones a reventar, por la agitación de la sangre, que con su calor recorre sus venas, acerca sus temerosos labios gruesos hacia los de ella, y se suman a un beso lento, es un juego de labios deseosos, inquietos e insaciables, ese beso es acompañado con un gran y seductor abrazo, un abrazo que permite acariciar sus cuerpos totalmente desnudos, un abrazo que por momentos se convierte en una mano, que suavemente se desliza por la columna vertebral de ella, una mano que quiere memorizar cada centímetro de su piel, y así, en medio de caricias, besos y abrazos, compartieron el calor, hasta convertirlo en uno sólo, y al final un beso de satisfacción, por haber esquivado los brazos de Morfeo, y haber cumplido, el sueño de dos, en un mágico momento.

1 comentario:

  1. Ya pasó, sólo que me di cuenta días después, es más que cuerpo, es traspasar la piel, es sentir la energía frluir en medio de los dos, y dejarla que se mezcle, para lograr el hecho, y satifacer el espiritu de dos almas que se gustan.

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