He estado mirandola por mucho tiempo y podré seguir haciendolo, veo su alegría reflejada en sus ojos, su sonrisa llena por completo mi alma, la ausencia de sus besos colma de deseos mi pasión y aunque los semaforos no me dejan transitar, busco la manera de distraer las cámaras para poder robarme el alto y alcanzar la velocidad de su andar. Cada punto café en su rostro inquieta mis manos y muero por acariciarlos sin embargo, me lleno de paciencia para poder merecer hacerlo, no muere lo que siento por ella es más cada día se fortalece y es que mis días inician con su recuerdo, mis pasos recorren sus huellas, mi mente viaja hasta su calor y mis besos recorren su cuerpo sin tocarla. Estoy construyendo una bomba que detonaré el día que su cuerpo se una al mío, ese día estallarán las estrellas que en nuestra piel se dibujan, las mariposas saldrán del estómago y reirán, la alegría se pintará de nuevo y la tristeza tristemente será guardada en el cajón del olvido, los sueños se verán descubiertos en los ojos despiertos, los abrazos se tornarán infinitos y nuestras vidas viajaran en compañía de nuestro amor, risas, sonrisas, besos deseosos, deseosos besos y la vida olerá a vida, la piel erizada por las caricias, recorridos interminables en su cuerpo, dibujos de sus lineas que me mantan, enredos en su largos cabellos negros, sus ojos una vez más tocandome el cerebro, seguiremos siendo dueños de nosotros y nosotros siendo los dueños de la magia y el placer de ser uno, hasta dejar el último aliento sobre la árida tierra que pisamos.
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