AMANTES EN VERANO

En una habitación de paredes blancas y un buen olor, se encuentran los dos, allí hay una cama de blancas sabanas, es muy grande y acolchada. Ella, deja caer suavemente su cuerpo desnudo sobre la cama, él, se acerca por un costado, y comienza a acariciar su piel desde los hombros hacia abajo, ella cómodamente agita su respiración, por las caricias de él, él la toma de la cintura, y la lleva hasta el borde inferior de la cama, luego le levanta las piernas, y las deja sobre sus hombros, y con un movimiento horizontal, acerca su cuerpo, hasta tocar el de ella, es en ese momento, cuando se escucha el primer gemido por parte de ella, comienza el desespero de dos cuerpos insaciables, un cosquilleo se apodera de sus piernas, los gemidos no cesan, por el contrario, son más frecuentes y con un tono más alto. Él, sin separar su cuerpo de el de ella, la levanta de la cintura, y acomoda todo su cuerpo sobre la cama, respira profundo, como si se fuera a sumergir en el agua, y acelera el movimiento cambiando el sentido, ya no es horizontal sino vertical, se escucha un grito de ella, y se pone la mano en la boca, quiere guardar para si lo que siente, después de un rato, ella separa su cuerpo del de él, y se pone sobre la cama, quedando su cara contra la pared, en la parte superior de la cama, él se acerca, y vuelve a meter su cuerpo en el de ella, cambia el movimiento, una vez más es horizontal, luego quedan inmóviles, ella anuncia un gemido más, pero ésta vez, lo divide en 3, dejando así su placer saciado, sobre las sabanas blancas, de la gran cama, en aquella habitación, de paredes blancas.