CRECER, PERO CRECIENDO

Los 30, el tiempo que hace tiempo, provocaba escozor el sólo pensarlo, sin embargo, hoy que llegado aquí, me he dado cuenta, que simplemente es la verdad de asumir la experiencia, de aprender con el paso lo que pasa alrededor de mi existencia. Ahora, mirando el reflejo en el agua, me doy cuenta que lo único que ha crecido en mí, ha sido la capacidad de entender, conocer y valorar, en esta instancia, siento la realización que sólo el tiempo, con su andar segundo a segundo, brinda la oportunidad para reflexionar lo vivido, y tratar de no repetir historias que alejadas de realidad, sólo proporcionaban placer, placer a un cuerpo deseoso de sentirse vivo. Por eso hoy, se que me siento vivo, y no necesito de ese placer que por muchos años busqué, esas historias, ya hacen parte de la historia de un pasado, un pasado que para algunos parece atormentar, pero para mí, es sólo el recuerdo de un hombre, que buscaba encontrarse y no lo lograba, por no haber encontrado el camino, en mi memoria quedan guardados, los besos de aquellas mujeres, que sólo encontraban en mi, un rostro, que lejos de ser el mejor, cautivaba, por eso también creo que ellas mismas estaban igualmente perdidas. Siempre dije no querer crecer, odiaba el hecho de que era una realidad, las fantasías de las mentes jóvenes, me permitían desviarme en la diversión de un mundo lleno de trivialidad, esa trivialidad deliciosamente divertida, y que agradezco haber vivido. Hoy es diferente, se donde está mi cabeza, escucho la voz interior que siempre ha vivido conmigo, puedo ver con claridad lo que quiero, cuando lo quiero, me concentro en mí, como prioridad en la vida, no permito que entren en mí, la banalidad que encontraba en los elogios, que sólo buscaban un interés, interés que creía dominar, sin embargo el dominado siempre fui yo, ante el mundo era el terror, pero el terror era lo que me rodeaba, era tan grande, que no soy capaz de recordar algunas alegrías parciales, que en medio de las rumbas obtenía, ahora, no recuerdo algunas mujeres que pasaron como la brisa antes de llover, pero esa es mi verdad, así fue mi vida, y así debía ser, pues gracias a esa vida, hoy soy el que soy, diferente y aunque algunos critiquen esto, se que soy mejor, no mejor que alguien, solo mejor, conozco quien soy, pero me prometí que jamás terminaría de conocerme, porque eso me da vida, me permite equivocarme, sentir nuevas emociones, otras sensaciones, me permite caerme, y al mismo tiempo levantarme las veces que sea necesario, para entender aprendiendo lo que voy viviendo, satisfecho con mis 30, pero sobretodo, con el camino caminado, trotado y a veces corrido, para llegar donde estoy. No quiero llegar a los 50, no me interesa estar tanto tiempo en esta tierra, pero si llego, escribiré lo que hice, para llegar allá.