UNA MANCHA EN LA PIEL

Rojo sangre, amarillo ilusión, café tierra, gris tormenta, negro profundo, blanco nube, verde esperanza, anaranjado cítrico, azul, ella. Entre colores, entre amores, entre pesares, entre la memoria del olvido, entre lo seco y lo mojado, entre el calor y el frío, entre la tierra y el firmamento, entre la playa y el mar, entre los ojos, entre los dedos, entre las vertebras, entre las moléculas del oxigeno, en cada gota de sangre, entre la historia y la filosofía, entre la lectura y lo que se ha escrito, en las hojas arrugadas y en las que aún están en blanco, entre la tinta y la pluma, por debajo y por encima, entre lo creado, lo que aún se está creando y lo que falta por crear, en lo que no se mencionó, en todo, en nada. El recuerdo del azul en todos sus tonos llegan a mi memoria, toma mi piel y me produce ese escozor en la piel, con la malicia inocente, de la sed que aún siento, por beber cada gota de sudor de su cuerpo fresco, tranquilo, y lleno de amor, amor guardado para quien sin merecer tocará a su puerta, y le abrirá sus brazos cansados de esperar, espera que al final, se convertirá en pera.