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Quién soy?

Un apasionado a la expresión artística, a contar con palabras, gestos, sonrisas ó miradas, las sensaciones que percibo en el día a día, o lo que me producen las personas que me rodean, amo la lectura, pero sobre todo escribir, esa es mi verdadera vocación.



viernes, 16 de abril de 2010



CON LOS PIES EN LA TIERRA

Hoy, tuvo que viajar a ese bosque de pinos, donde el piso húmedo, regala el frío necesario para poder pensar tranquilo, y descubrir el color real, de la tormenta de pensamientos, que está inundando su cerebro. Sucede que, su mirada, se está inquietando por observar, la conocida que desconoce, sin saber en realidad con quien se va a encontrar. Estando allí, decide hacer una de las cosas que más disfruta, hablar con un amigo que se aferra a la tierra, para poder crecer; comienza a caminar, ya sin sus tenis, para poder sentir en las plantas de sus pies, los restos de pinos, que cumpliendo con su ciclo natural, se encuentran en el suelo, para ayudar a fortalecer los que aún deben crecer, de pronto, mira hacia su derecha, y ve el más hermoso pino, iluminado por los escasos rayos de sol, que allí han podido entrar, así que decide acercarse a el, y comenzar a hablar como se habla con un árbol, dándole la espalda, y apoyandose sobre el, de inmediato comienza a sentir su energía, y empieza a preguntarle. En realidad quiere saber muchas cosas, pero puntualmente, le preocupan dos, la primera de ellas es, ¿qué debe hacer?, y la segunda, ¿cuál es la mejor manera para hacerlo?, el pino no le dijo nada, pero extendió uno de sus brazos, y comenzó a masajear sus hombros, hasta que se quedó dormido; al despertar, lo primero que hizo fue sonreír, luego dijo: no importa qué haga, solo debo escuchar el viento, y no permitir que se lleve las palabras, es por eso que en su bolsillo, debe llevar un lápiz y un papel. Al concluir, se levantó, abrazó a aquel pino, y con una caricia agradeció el hecho, de que aquel pino, no le hubiera dicho nada.

1 comentario:

  1. A veces, sólo con volver a la tierra, se pueden encontrar respuestas, pero a veces, hay que fundamentarlas con los hechos de los demás.

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