SACUDIENDO LA PIEL

Él, no quiere contar, lo que podría hacer, porque simplemente quiere empezar a hacerlo, no quiere abusar de las palabras, porque debe sacarlas de donde ya están escritas, y para él, es mucho más relevante, que sean leídas desde la fuente primaria, de donde no se puede mentir; sin embargo, hoy tiene que violar una vez más, el papel blanco y mancharlo con tinta, para no sobrecargar su piel, y poder aguantar la incertidumbre espera, y poder ser llevado a ese espacio, donde abrirá su piel, y como hojas de un libro, permitirá ser leído. Él, aunque con deseos de contar su verdad, es temeroso por lo grande que se pueda llegar, porque después de vivir creyendo que así era mejor, la vida le da otra oportunidad, para poder ver a través del reflejo, ese mismo que se ocultaba detrás del sol, y que cuando él lo quería mirar, no podía, y no por el destello solar, sino por lo lejano que estaba, aun cree que se encuentra allá, pero ahora, se siente con valor, para afrontar esa distancia, y para ello hay dos caminos, el primero es dejar que ese reflejo, se convierta en cuerpo y ya con su piel, baje del sol, y el segundo, es tomar su propio cuerpo inundado de piel, y llegar a ese sol. Quizás, es una historia que ya empezó, y la escribieron entre dos, pero no juntos, así que, él espera, que se puedan juntar las dos versiones, para así poder seguir contándola. Desde la profundidad neuronal, y abrazado al hígado, la vida vuelve a vivir.